Ruta 2 – Mont-roig, piedra a piedra

Durante la excursión recorreremos alguno de los caminos carreteros del término buscando unas pequeñas joyas de la arquitectura rural, las barracas de piedra seca. En Mont-roig encontramos más de 100 de estas barracas que tienen la particularidad de estar construidas tan solo utilizando piedra, sin ningún elemento de unión, todo un arte milenario.

La mayoría de las barracas las construían los propios campesinos de cada finca y el motivo principal era el de cobijarse, protegerse de la lluvia, del frío y también del calor en las horas punta del verano. Y representaba también una manera de despedregar los campos de cultivo. Pero no sólo había que proteger a las personas, también la mula había que cobijar, ya que no se podía poner enferma por el bien de la economía familiar.

Pero las barracas no son el único elemento de piedra en seco de este recorrido: el camino del Casalot destaca por estar en buena parte muy bien delimitado por imponentes márgenes de piedra en seco, que impedían el paso del ganado a los cultivos adyacentes y permitían el paso de carros. Si nos fijamos bien, veremos las huellas en la roca madre, dos surcos excavados en la roca viva a fuerza de pasar por ella durante años y años.